Arderá diciembre bajo la curva de la luna
bajo la luz de esa sonrisa afilada
tibia oscuridad que mis manos presienten
donde a tus ojos nunca llamaré cristal que el mar encierra
nunca densidad de arena donde labios se convocan
Arderá mi tacto, sombras de tu crin perfecta
sin cielo pájaros arderán
en la oscura garganta donde tu rostro refulge
una vida callada que espera entre las llamas
Los dedos junto al cuerpo
límites que primero se funden
arderán
para después rehacerse en su forma primigenia
y olvidar así que fueron llama que todo lo comunica
Tu identidad será papel sobre el tiempo
y arderá mi sed al beber de quien eres
al estrujar los mapas en la arena de tu cuerpo
Porque diciembre son gestos y fotografías
palabras brillando en la brújula de tu boca
diciembre es madeja y voz y aliento
y estas líneas que de distancia se forman
Velo tus ojos que al invierno guían
y se que arderán los calendarios cuando te lea
porque amor,
donde la piel no llega, la voz si alcanza
Por eso es emocionante hablarte así
elaborarte así y a través
de los hilos invisibles de la distancia
De "El deseo de habitarte"
Valentin Aguado. Praga, 2010
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